Fuego

Karla llegó esa tarde de verano y encendió mi casa con su pelo. Un naranjo potente que se robaba toda la atención de mis ojos, jugué con la luz del sol y logré que su cabello pareciese una llama, fue una tarde entretenida. Ella, muy animosa y risueña, sin duda una gran experiencia.

Para ver la galería debes registrar tu cuenta gratuita (aquí). Con ella podrás acceder a esta y todas las galerías gratuitas disponibles.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *