¿Cómo llegué a conocer a la Valentina?, la verdad no lo recuerdo. Pero lo que sí recuerdo muy bien es lo increíble que fue la sesión de fotos que hicimos. Estuvimos un par de horas probando distintos atuendos, distintas iluminaciones, atmósferas, todo. El resultado, una colección de fotos que nos dejó más que satisfechos a ambos. La buena onda de ella, su gracia natural y su hipnotizante mirada son cosas imposibles de olvidar.